¿Qué ocurre si cambiamos la forma de mirar?
Imagina que toda tu vida has estado viendo algo, tu mente lo interpreta como auténtico y tú lo crees porque lo ves. Nadie puede negarte lo que ves, porque es la realidad. Pero, ¿qué ocurre si de repente cambias tu forma de mirar?
El cambio de enfoque en tu mirada, con seguridad supondrá un antes y un después.
Ya de serie venimos programados para observar de forma aislada, hechos concretos, secuencias lineales y situaciones independientes. Pero si aplicamos la mirada sistémica, veremos como se nos revelan una serie de insights muy potentes.
¿En qué consiste la mirada sistémica?
La mirada sistémica ve un todo, no solo una parte, es como si un elemento del sistema saliera de él y lo pudiera observar todo desde vista de pájaro. Entendiendo mucho mejor las interrelaciones entre sus miembros, las dependencias, las influencias… Pudiendo percibir todo de manera más clara y elocuente. Entendiendo que el individuo y las acciones no tiene valor por sí mismas, sino dentro del sistema.
Cada sistema debe de tener un objetivo, para poder ser ordenado en pro de este.
Según la RAE, un sistema es: un conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente enlazados entre sí.
El pensamiento sistémico se basa en las interrelaciones, observando éstas como proceso, para poder llegar a comprender o solucionar un problema. Este tipo de coaching detecta patrones profundos y entiende la causa causa y efecto. Dentro de un sistema, cada pequeño movimiento que hagamos afecta a cada uno de los miembros que lo componen.
La retroalimentación, es otra de las características. En los sistemas normalmente se generan bucles, situaciones o patrones que se repiten.
La clave del coaching sistémico es: detectar qué patrones subyacen y encontrar las conexiones más relevantes para realizar los cambios y que se produzca armonía dentro del sistema.
Saber qué palancas se deben mover para cambiar la estructura, generando mejoras significativas y duraderas.
Podemos observar desde la mirada sistémica, cualquier agrupación: el trabajo, la familia, la vecindad… Todos ellos son observables desde el punto de vista sistémico, ya que en todos ellos se producen interrelaciones entre sus componentes.
Las leyes que rigen el coaching sistémico
Dentro del coaching sistémico hay 6 principios o leyes que lo rigen:
- Principio de jerarquía: la dirección tiene prioridad, se debe dar autoridad y respeto a las personas en función del orden que ocupan dentro del sistema.
- Principio de prevalencia (antigüedad): el orden de llegada tiene relevancia. Las personas que llevan más tiempo dentro de la organización tienen más relevancia que las que han llegado después.
- Principio de pertenencia: todos los miembros tienen exactamente el mismo derecho a formar parte del sistema. Si algún elemento deja de pertenecer esto afecta a todo el sistema.
- Principio de “dar y recibir”: hace referencia a la reciprocidad y a la responsabilidad. Se debe dar y recibir en la misma proporción, para que exista el equilibrio. Si esto deja de suceder se pone en riesgo el funcionamiento del sistema.
- Principio de reconocimiento: cada elemento tiene unas funciones y rol distinto dentro de este sistema, por tanto su manera de aportar al mismo es diferente. Se debe de diferenciar el tipo de aportación y la importancia de esta dentro del sistema.
- Principio de aceptación: todo lo que lleva más tiempo en la organización debe de aceptarse y avanzar desde el respeto a lo que ya existe.
Este orden nos aporta información relevante, sobre las áreas donde debemos de mirar dentro de cualquier sistema.
Para mejorar, es esencial observar si se está incumpliendo alguna de estas leyes.